El Papa Francisco se ha consolidado como la figura más célebre y universalmente venerada del mundo, mientras personas de todas las confesiones —cristianos, musulmanes, hindúes, budistas y otras— se unen en oración por su pronta recuperación. Su mensaje sobre la unidad y la cooperación interreligiosa, contenido en Fratelli Tutti, ha inspirado a millones de personas a ver al Vaticano como un símbolo de paz y liderazgo moral en estos últimos días. En una muestra de apoyo global sin precedentes, personas de todas las confesiones, incluyendo líderes políticos, han ofrecido oraciones y buenos deseos por el pontífice enfermo. Esto demuestra que la profecía bíblica está en camino a su cumplimiento definitivo, a medida que cada vez más tradiciones religiosas reconocen al Papa de Roma no solo como el líder de la Iglesia Católica, sino como la luz que guía a un mundo que anhela unidad y esperanza.
El 12 de marzo de 2025, la Agencia Católica de Noticias publicó la siguiente noticia sobre cómo el mundo religioso está preocupado por la salud del Papa:
• “El patriarca caldeo de Bagdad, el cardenal Louis Raphael Sako, dijo con emoción que la mayor parte de la población iraquí está angustiada por la prolongada hospitalización del Papa Francisco y que incluso los musulmanes están rezando por su recuperación” «El cardenal enfatizó que los musulmanes también han querido mostrarle su cercanía. ‘Muchos musulmanes me contactan a diario para saber cómo está‘, continuó, añadiendo que guardan un profundo recuerdo de la visita del Santo Padre a este país hace cuatro años. “Por todas partes había imágenes del Santo Padre y la bandera del Vaticano”, añadió.
• “Además, jóvenes indonesios de diferentes credos también han querido sumarse a las oraciones llegadas de todo el mundo al décimo piso del Hospital Gemelli de Roma, donde el pontífice permanece hospitalizado con una neumonía doble.” “En un gesto de unidad y esperanza, jóvenes y líderes de diferentes religiones se reunieron en Hati Indonesia” “En esta ocasión, musulmanes, cristianos, hindúes y budistas se reunieron para orar juntos por la pronta recuperación del Santo Padre”.1
Incluso en su precaria salud, el mundo sigue preguntándose por el Papa de Roma, según Apocalipsis 13:3. Se nos advirtió sobre una futura unidad global que se basará en el engaño, en lugar de la verdad y la rectitud. A pesar de que nuestro mundo está plagado de guerras y divisiones, encontrará un punto de encuentro bajo una sola autoridad: Roma.
«El mundo está lleno de tormentas, guerras y discordias. Sin embargo, bajo una sola cabeza —el poder papal—, el pueblo se unirá para oponerse a Dios en la persona de sus testigos. Esta unión está cimentada por el gran apóstata» (Eventos de los Últimos Días, pág. 131).
En la crisis final, el papado desempeñará un papel central en la unificación del mundo bajo una falsa sensación de paz y unidad religiosa, pero esta alianza, en última instancia, se opondrá a los mandamientos de Dios y a la fe de Jesús (Apocalipsis 14:12). A medida que el caos, la guerra y los desastres naturales se intensifican, el mundo buscará una fuerte autoridad moral y espiritual para restablecer el orden, y el papado, con su profunda influencia política y su pretensión de liderazgo global, se alzará como la fuerza unificadora. El acto final de engaño global pondrá a prueba la lealtad de todos, distinguiendo a quienes defienden la verdad de Dios de quienes se someten a la tradición y la autoridad humanas.