LOS EMBAJADORES DEL MUNDO ESPERAN DEL PAPA FRANCISCO ORIENTACIÓN Y “AFECTO”.

El 9 de enero de 2025, el Papa Francisco pronunció su discurso anual de Año Nuevo ante los embajadores de la nación. El cuerpo diplomático ante la Santa Sede es un organismo colectivo de 180 embajadores y diplomáticos que han sido acreditados oficialmente para representar a sus respectivos países en el Vaticano. Estos diplomáticos son actores clave en la diplomacia internacional y se relacionan con la Santa Sede para escuchar la posición de Roma sobre cuestiones globales.

El Papa Francisco destacó su agenda política para 2025 durante todo el encuentro e instó a todos a actuar al unísono para que el mundo pueda superar los problemas y conflictos del siglo XXI. El discurso completo del Papa Francisco fue publicado por la Oficina de Prensa del Vaticano, y hemos destacado algunos de los puntos importantes a continuación. El Papa Francisco expresó lo siguiente a los embajadores del mundo:

Un “afecto” recíproco hacia la Sede Apostólica (Papa)

• “A todos vosotros os expreso mi gratitud por el afecto y la estima que vuestros pueblos y gobiernos, a los que representáis capazmente, manifiestan hacia la Sede Apostólica, como lo demuestran las visitas de más de treinta Jefes de Estado y de Gobierno que he tenido la alegría de recibir en el Vaticano en el año 2024.” “Por mi parte, he tratado de corresponder a este afecto con mis recientes Viajes Apostólicos.”

Un llamado a la acción jubilar

• “Mi deseo para este nuevo año es que el Jubileo represente para todos, cristianos y no cristianos, una oportunidad para repensar también las relaciones que nos unen entre nosotros, como seres humanos y como comunidades políticas”. “El Jubileo quiere ayudarnos a salir del ritmo cada vez más frenético de la vida cotidiana para refrescarnos y alimentarnos de lo que es verdaderamente esencial. En una palabra, para redescubrirnos, en Él, como hijos de Dios y como hermanos. (…) Es una llamada a todos aquellos que sirven al bien común y ejercen esa expresión alta de la caridad –quizás la forma más alta de caridad– que es la política.

2025 – Un año de paz

• “La perspectiva de una diplomacia del perdón no tiene por objeto, sin embargo, resolver únicamente los conflictos internacionales o regionales. Implica la responsabilidad de que cada uno se convierta en artesano de la paz, para construir sociedades verdaderamente pacíficas en las que las legítimas diferencias políticas, pero también sociales, culturales, étnicas y religiosas constituyan un bien y no una fuente de odio y división.”

• “¡Cómo quisiera que este año 2025 fuese verdaderamente un año de gracia, rico de verdad, de perdón, de libertad, de justicia y de paz!… Que la esperanza florezca en nuestros corazones y nuestro tiempo encuentre la paz que tanto anhela.” 

Buscando el bien común

• “Quisiera destacar algunas responsabilidades que todo responsable político debe tener presentes en el cumplimiento de sus responsabilidades, las cuales deben estar orientadas a la búsqueda del bien común y del desarrollo integral de la persona humana.” “La comunicación, el diálogo y el compromiso por el bien común exigen, pues, buena fe”.

Llamado a la acción frente al cambio climático

• “Cada uno de nosotros debe sentirse de alguna manera responsable de la devastación a la que ha sido sometida la Tierra, nuestra casa común. Cada vez más, la propia naturaleza parece rebelarse contra la acción humana mediante manifestaciones extremas de su poder.” “No podemos permanecer indiferentes ante todo esto. No tenemos ese derecho. Tenemos más bien el deber de hacer el máximo esfuerzo para cuidar nuestra casa común y sus habitantes, ahora y en el futuro”.1

Esta reunión anual en el Vaticano con todos los embajadores del mundo desempeña un papel importante en el cumplimiento de la profecía bíblica porque subraya el papel de la Santa Sede como autoridad moral y actor clave en la diplomacia internacional. Este evento permite al Papa presentar la agenda del Vaticano sobre temas globales críticos como el diálogo, la paz mundial, el cambio climático y la unidad internacional. Esta reunión anual también destaca el papel único e indiscutido del Vaticano en los asuntos mundiales, al fortalecer los lazos internacionales y promover la colaboración en políticas globales.

En el libro de Apocalipsis, los “reyes de la tierra” se representan como unidos con la “gran ramera”, que simboliza una alianza entre los poderes políticos y un sistema religioso corrupto que está llevando al mundo por mal camino (Apocalipsis 17:2). La profecía describe a la ramera montada en una bestia escarlata, que representa la unión del poder de la iglesia y el estado en una armonía corrupta. Esto conducirá a la consolidación global del poder y la influencia, ya que las naciones más poderosas del mundo entregarán su fuerza y ​​poder a la bestia (Apocalipsis 17:13). Además, siempre que el Estado entra en una alianza impía con Roma, el resultado es la imposición de un culto falso y la persecución del pueblo fiel de Dios que guarda los mandamientos.

Este acontecimiento, que tuvo lugar en el Vaticano el 9 de enero de 2025, sirve como advertencia de que la crisis final está ante nosotros y es un llamado a permanecer fieles a Dios en medio del engaño y el compromiso generalizados.

“El tiempo de angustia es una terrible prueba para el pueblo de Dios; pero es el momento para que cada verdadero creyente mire hacia arriba, y por la fe pueda ver el arco de la promesa que lo rodea” (El conflicto de los siglos, pág. 633).

  1. https://press.vatican.va/content/salastampa/es/bollettino/pubblico/2025/01/09/250109d.html ↩︎
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