Jonathan Blake es el arzobispo presidente de la Iglesia Episcopal Abierta del Reino Unido e Irlanda. Son miembros del Consejo Mundial de Iglesias.1 El arzobispo Blake cree que Jesús no quiere que leamos la Biblia porque Dios no lo requiere, y el arzobispo afirma que está llena de errores. ¡Qué marcado contraste con los protestantes del siglo XVI! Se trata del clero babilónico, que forma parte del movimiento ecuménico y que con sus errores está llevando a millones de personas a la perdición. Por eso hay tanta confusión y doctrina contradictoria porque muchas personas ignoran la palabra de Dios. Esta es también la razón por la cual hombres y mujeres terminarán recibiendo la marca de la bestia.
Escuche sus palabras donde invita a no leer la Biblia, dejarla a un lado y escuchar más bien a los filósofos, y los iluminados en el mundo que pueden guiar mejor a las personas en el camino de salvación:
“’A la ley y al testimonio: si no hablaren conforme a esta palabra, es porque no les ha amanecido’. Isaías 8:20. El pueblo de Dios es dirigido a las Escrituras como su salvaguardia contra la influencia de los falsos maestros y el poder engañoso de los espíritus de las tinieblas. Satanás emplea todos los medios posibles para impedir que los hombres obtengan un conocimiento de la Biblia; porque sus declaraciones sencillas revelan sus engaños . En cada reavivamiento de la obra de Dios, el príncipe del mal se despierta a una actividad más intensa; ahora está haciendo todo lo posible para una lucha final contra Cristo y sus seguidores” (El conflicto de los siglos, p. 593).
“El último gran engaño pronto se abrirá ante nosotros. El Anticristo debe realizar sus obras maravillosas ante nuestros ojos. La falsificación se parecerá tanto a la verdad que será imposible distinguirlas excepto por las Sagradas Escrituras. Por su testimonio cada declaración y cada milagro debe ser probado”. (El Gran Conflicto, 593).
“Nadie excepto aquellos que han fortalecido la mente con las verdades de la Biblia resistirán el último gran conflicto . A cada alma le llegará la prueba escrutadora: ¿Obedeceré a Dios antes que a los hombres? La hora decisiva ya está cerca. ¿Están nuestros pies plantados sobre la roca de la palabra inmutable de Dios? ¿Estamos preparados para mantenernos firmes en defensa de los mandamientos de Dios y de la fe de Jesús?” (El Gran Conflicto, p. 593).