Los cristianos del Reino Unido están expresando su frustración después de que un minorista Tesco ubicado en Stornoway, que se considera parte del Cinturón Bíblico de Gran Bretaña, decidiera operar los domingos, que los católicos y la mayoría de los protestantes consideran como el día de descanso y culto. La comunidad religiosa local ha estado protestando contra el plan de Tesco de operar los domingos colocando carteles que dicen «Recuerden el Sabbath» a los compradores que ingresan a la tienda.
Los críticos de las aperturas dominicales sostienen que estas prácticas ejercen una presión innecesaria sobre los empleados para que trabajen en un día que, en cambio, deberían dedicar a la reflexión espiritual en la iglesia. Esta supuesta profanación del sabbat dominical ha hecho que los cristianos se unan para hacer un renovado hincapié en el llamamiento a la comunidad para que santifique el domingo.
MSN News publicó el siguiente artículo titulado “Fundamentalistas cristianos furiosos por la apertura de Tesco el día de reposo en el Cinturón Bíblico de Gran Bretaña” el 18 de noviembre de 2024:
“ Los activistas cristianos de una isla escocesa se mostraron profundamente molestos por la decisión del supermercado Tesco de su barrio de abrir los domingos”. “Los miembros de la comunidad religiosa salieron a las puertas de la tienda el primer domingo de apertura en una protesta silenciosa, sosteniendo carteles que recordaban a los clientes que ‘recordaran el sábado‘”.1
Sin embargo, no todos se mostraron disgustados con la decisión de abrir los domingos. Algunos miembros de la comunidad incluso elogiaron la decisión.
“Pero a pesar de la protesta, el estacionamiento de la sucursal se llenó a los 10 minutos de abrir. Los clientes satisfechos dijeron que la decisión era “demasiado tardía” y que era hora de que la influencia de la Iglesia sobre la vida de las personas terminara”. “El fontanero jubilado William Macdonald dijo: ‘Ya era hora de que se hiciera. Estoy más que satisfecho, especialmente por los turistas. Es bueno para las islas y su progreso. Los tiempos han cambiado’”. “El conductor de autobús John Macleod se hizo eco de estas observaciones y dijo: ‘Esta es mi primera tienda de la semana, así que me alegro de que esté abierta. Ya era hora. La Iglesia debería mantenerse al margen de los asuntos de la gente . Espero que siga aquí para quedarse’”. “Otra mujer, que no quiso que se revelara su nombre, dijo: ‘Estamos en el siglo XXI y algunas personas aquí están culturalmente reprimidas. La religión se está utilizando para controlar la vida de las personas, pero los tiempos han cambiado‘”. “En la Isla de Lewis ha sido una fuerte tradición observar el Sabbath, y más de 2.000 personas firmaron una petición para oponerse a la apertura en domingo”.
Las comunidades religiosas que abogan por el cierre de los templos los domingos no dan señales de cejar en sus esfuerzos. Están comprometidas a continuar la lucha y se mantienen firmes en su supuesto imperativo moral de garantizar el descanso dominical por ley si es necesario. Estas iglesias están en una misión equivocada al proteger el domingo como el día de descanso y culto para la familia y la comunidad.
En todo el mundo, incluso en Estados Unidos, se está llevando a cabo una campaña para movilizar a grupos cristianos con el fin de influir en los responsables políticos para que restablezcan los principios y las enseñanzas religiosas. Las iglesias están trabajando cada vez con más fuerza para crear alianzas con líderes comunitarios y políticos, instándolos a defender su causa. Los defensores creen que una vez que obtengan el apoyo político y el respaldo público necesarios, lograrán el reconocimiento legislativo que buscan, lo que garantizará que el domingo se convierta en un día de descanso legalmente protegido, una medida que, según afirman, beneficiará tanto a la sociedad como al alma.
“Los dignatarios de la Iglesia y del Estado se unirán para sobornar, persuadir u obligar a todas las clases a honrar el domingo. La falta de autoridad divina será suplida por decretos opresivos. La corrupción política está destruyendo el amor a la justicia y el respeto por la verdad; e incluso en la América libre, los gobernantes y legisladores, para asegurarse el favor público, cederán a la demanda popular de una ley que imponga la observancia del domingo. La libertad de conciencia, que ha costado tanto sacrificio, ya no será respetada” (El conflicto de los siglos, pág. 592).