Dos niños, de cinco y seis años, se encuentran en estado extremadamente crítico en un hospital de Sacramento tras recibir disparos en la escuela adventista Feather River. Según las autoridades, el sospechoso tenía como blanco a la escuela adventista Feather River por su relación con la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Poco después de la reunión del sospechoso con el director de la escuela para hablar sobre la inscripción, se produjeron disparos en el patio de recreo.1
Esta tragedia ha desgarrado el corazón de la comunidad adventista del séptimo día. El asesinato a sangre fría y sin sentido de niños inocentes en una escuela adventista del séptimo día nos recuerda la cruda realidad del mal en este mundo. La Palabra de Dios no rehúye reconocer que “en el último día vendrán tiempos peligrosos” (2 Timoteo 3:1-5).
A los padres que sufren, sepan esto: Dios ve su dolor. Él escucha sus llantos y camina con ustedes. La Biblia nos dice en el Salmo 34:18: “Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón, y salva a los contritos de espíritu”.
En este momento de angustia, aferrémonos a la esperanza del pronto regreso de Cristo, cuando todos los males se corregirán. Hasta ese día glorioso, hagamos brillar su luz en un mundo oscuro, confiando en su fuerza para sostenernos.